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En este proyecto, ubicado en San Sebastián, nos encontramos con una villa de tres plantas dividida por la mitad en dos viviendas y de la cual sus propietarios querían obtener una tercera vivienda en la planta baja. Dicha planta, de 80 metros cuadrados, había sido diseñada para albergar los garajes y trasteros de las respectivas viviendas, por lo que se trataba de un proyecto de reforma integral.
Los clientes, una pareja de mediana edad, con sus hijos ya independizados, querían vivir en una vivienda de una sola planta, y así evitar tener que subir y bajar escaleras constantemente. Nos pidieron una casa cómoda, en la que zona de día fuese la protagonista, abarcando la mitad del espacio de la planta y que la división de ésta con la zona de noche quedara marcada.
La zona de noche, querían equiparla con dos baños y dos dormitorios, y puesto que el espacio que quedaba era escaso, nuestro objetivo fue intentar reducir al mínimo los pasillos, y crear una sucesión lógica de espacios, que diera como resultado una vivienda práctica y funcional.
La zona de día está compuesta por un amplio salón y una discreta cocina que se integra en el espacio. Se distribuyó en línea, ocupando una sola pared frente al comedor en la que se encuentran las zonas de trabajo, cocción y agua, seguidas del frigorífico, buscando con ello un orden lógico, práctico y sobre todo cómodo para la cocina del día a día. Ya que era imposible encastrar el resto de electrodomésticos en dicha línea, optamos por aprovechar el pilar que queda entre el salón y la cocina y realizar alrededor del mismo un cajeado que acogiera al módulo en el que se encuentran el microondas y el horno, además de una serie de cajones.
Los clientes querían mantener la pared de piedra vista, la cual va desde la entrada hasta el comienzo de la zona de noche. La villa está rodeada por un amplio y discreto paraje plegado de vegetación, el cual pertenece a los clientes. Disponiendo de esta gran ventaja, aprovechamos para ampliar los huecos de luz existentes y abrir otros nuevos y así poder dotar a la misma de espacios inundados por luz natural, incluso entre estancias.
Su decoración se rige a partir de un estilo ecléctico, en el que los muebles familiares reutilizados se integran y conviven con nuevas adquisiciones en la planta baja de una villa con mucha historia.
